OCTUBRE 15/09
Por Carlos Vera Rodríguez
Si Ud. ordena encarcelar a quien se le antoja, como a Verónica Acosta cuando le gritó que gobernara y dejara de hacer campaña (¡cojan presa a esa loca, fue el edicto presidencial!); como a dos ciudadanos en Salinas por hacer malas señas (nunca documentadas) al paso de su caravana; como a Guadalupe Llori, prefecta de Orellana, por terrorista; como al simpatizante del Prian que le lanzó un rollo de papel; como a José Ignacio Chauvín, por ejecutar su plan de carnetización con desplazados colombianos; como a Emilio Palacio por decirle a Camilo Samán lo mismo que Ud. le dijo a Jaime Nebot -matón de barrio- pero no en su cara, desde luego; mándelo a coger preso a él y todos los socialcristianos que propiciaron el saqueo bancario durante el cual Ud. permaneció calladito en 1998 y 1999. Calladito.
Porque estudiaba afuera. Porque fungía de académico. Porque no lo conocía nadie. Porque no era nada. Porque lo ignoraba. Porque le podía el miedo que solo vence ahora parapetado en el poder. Por lo que sea, pero ya que recién se acordó de los ladrones de los depositantes ecuatorianos en el 99, durante su discurso por el 9 de octubre, y decidió asimilar esa cleptomanía a la de quienes por cientos asaltan hoy a los transeúntes en la mayor ciudad del Ecuador, métalos presos.
A todos, no solo a los socialcristianos. Pero revise antes el acta del Congreso en la cual Nebot pidió expresamente liquidar Filanbanco antes de expedir la Ley de la AGD, propiciadora del salvataje bancario. Y procese también a los expertos del Banco Mundial que recomendaron ese cuerpo legal y a Luis Jácome, del Banco Central, quien apoyó la iniciativa. Y a cientos más; algunos constan en la lista entregada a Ud. por Eduardo Valencia, incluido su primo Pedro Delgado, como los responsables de nuestra deuda externa “ilegítima”. ¡Vamos!
Ud. es valiente. ¡Anímese! Controla todos los poderes del Estado. Encuentre la fórmula jurídica. Pero no justifique la ineptitud para disminuir la inseguridad en Guayaquil, en los muertos ocasionados por los socialcristianos durante el gobierno de Febres-Cordero o ahorcados en el período de Mahuad por la Ley AGD. ¡Apréselos! Pero no implante un estado de emergencia sin medidas urgentes para atenuar la delincuencia en 3 ciudades mientras inventa otro plan que no se cumplirá.
Por Carlos Vera Rodríguez
Si Ud. ordena encarcelar a quien se le antoja, como a Verónica Acosta cuando le gritó que gobernara y dejara de hacer campaña (¡cojan presa a esa loca, fue el edicto presidencial!); como a dos ciudadanos en Salinas por hacer malas señas (nunca documentadas) al paso de su caravana; como a Guadalupe Llori, prefecta de Orellana, por terrorista; como al simpatizante del Prian que le lanzó un rollo de papel; como a José Ignacio Chauvín, por ejecutar su plan de carnetización con desplazados colombianos; como a Emilio Palacio por decirle a Camilo Samán lo mismo que Ud. le dijo a Jaime Nebot -matón de barrio- pero no en su cara, desde luego; mándelo a coger preso a él y todos los socialcristianos que propiciaron el saqueo bancario durante el cual Ud. permaneció calladito en 1998 y 1999. Calladito.
Porque estudiaba afuera. Porque fungía de académico. Porque no lo conocía nadie. Porque no era nada. Porque lo ignoraba. Porque le podía el miedo que solo vence ahora parapetado en el poder. Por lo que sea, pero ya que recién se acordó de los ladrones de los depositantes ecuatorianos en el 99, durante su discurso por el 9 de octubre, y decidió asimilar esa cleptomanía a la de quienes por cientos asaltan hoy a los transeúntes en la mayor ciudad del Ecuador, métalos presos.
A todos, no solo a los socialcristianos. Pero revise antes el acta del Congreso en la cual Nebot pidió expresamente liquidar Filanbanco antes de expedir la Ley de la AGD, propiciadora del salvataje bancario. Y procese también a los expertos del Banco Mundial que recomendaron ese cuerpo legal y a Luis Jácome, del Banco Central, quien apoyó la iniciativa. Y a cientos más; algunos constan en la lista entregada a Ud. por Eduardo Valencia, incluido su primo Pedro Delgado, como los responsables de nuestra deuda externa “ilegítima”. ¡Vamos!
Ud. es valiente. ¡Anímese! Controla todos los poderes del Estado. Encuentre la fórmula jurídica. Pero no justifique la ineptitud para disminuir la inseguridad en Guayaquil, en los muertos ocasionados por los socialcristianos durante el gobierno de Febres-Cordero o ahorcados en el período de Mahuad por la Ley AGD. ¡Apréselos! Pero no implante un estado de emergencia sin medidas urgentes para atenuar la delincuencia en 3 ciudades mientras inventa otro plan que no se cumplirá.
¿Al visitar a Nebot antes de la segunda vuelta de 2006 olvidó todo su pasado? ¿O le temblaron las canillas? Memoria selectiva. Amnesia súbita. Política maquiavélica. Ahora que recordó esas ‘barbaridades’, a ver, ¡métalos presos! Se agotó la cantaleta de la partidocracia que subsiste camuflada en el Gobierno. Es inútil escudarse en vicios del ayer y sobrevivientes del atraco para esconder su fracaso ante el embate de la inseguridad. Ponga las barbas en remojo: preso irá también por cómplice o encubridor quien conoce y permite el robo aunque preso esté ya de esos ladrones.
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